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Federico Jiménez Losantos

Corruptonia is not Spain… yet

A este paso, va a tener que refundarse España en algún sitio adonde no llegue ni La Caixa, ni el Tripartito, ni Zapatero. Porque ninguna nación sobrevive a esta corrupción.

No se sabe qué resulta más bochornoso: la desenvoltura con que La Caixa compra a los políticos catalanes por partidos enteros o la desvergüenza con que los políticos, pillados con las manos en La Caixa, se niegan a dimitir. No se sabe qué produce más vergüenza ajena: si el Tripartito privatizado de hecho por el complejo financiero-industrial de Fornesa y compañía o la oposición pujolista diciendo que no quieren "hurgar" en ese asunto porque a la ciudadanía no le interesa. O sea, que la alternativa aún tiene menos ganas de luchar contra la corrupción que el Gobierno de La Caixa, antes de Cataluña. Y para colmo, el Vendrell del PP (tan fácil de confundir con el Vendrell de la Esquerra) va y dice que los mil millones que La Caixa le ha regalado a Montilla después de ser nombrado ministro de Industria no tienen nada que ver con su respaldo a la OPA sobre Endesa. Menos mal que Piqué lo ha corregido, pero en rigor la única corrección posible del Vendrell pepero es mandarlo con Duran i Lleida, que es su sitio. Ni un voto, ni un descubierto. La Caixa proveerá. O las “donaciones anónimas” de la catolicísima Unió: que tu mano derecha no sepa lo que trinca la izquierda. ¡Sepulcros blanqueados!
 
Cuando toda España financió los Juegos Olímpicos del 92, a mayor gloria y gasto de Barcelona, algunos hijos de Pujol (los naturales, porque hijos políticos lo son casi todos) popularizaron una pancarta que decía “Catalonia is not Spain”. De vez en cuando aún la actualizan en el campo del FC Barcelona, junto al mapa del imperialismo catalanista. Pues bien, ha llegado a tal punto la "Catalonia" post-pujolista y tripartita que sería más justo rebautizarla "Corruptonia", ese país donde ni los sobornadores quieren dejar que captar sobornados ni los sobornados quieren dejar de serlo, pese a quien pese. No existe nada parecido a la moral pública. La batasunización de esta "Corruptonia" es total. Y si bien es cierto que "Corruptonia" (es decir; la Cataluña oficial, no la real) “is not Spain”, cabe añadir: “yet”. Aún no, pero si ese cuerpo gangrenado y gangrenoso que parece disfrutar corrompiéndose y corrompiendo sigue siendo la clave del Gobierno de España, “adéu Espanya”. A este paso, la gente decente de España no va a seguir queriendo, como ha hecho siempre, que Cataluña forme parte de nuestra viejísima nación. A este paso, va a tener que refundarse España en algún sitio adonde no llegue ni La Caixa, ni el Tripartito, ni Zapatero. Porque ninguna nación sobrevive a esta corrupción. "Corruptonia" para los "corruptones". En el resto de España acabará imponiéndose, más pronto que tarde, el sálvese quien pueda. Si es que algo se puede salvar. Es una duda, no una esperanza.

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