No se sabe qué resulta más bochornoso: la desenvoltura con que La Caixa compra a los políticos catalanes por partidos enteros o la desvergüenza con que los políticos, pillados con las manos en La Caixa, se niegan a dimitir. No se sabe qué produce más vergüenza ajena: si el Tripartito privatizado de hecho por el complejo financiero-industrial de Fornesa y compañía o la oposición pujolista diciendo que no quieren "hurgar" en ese asunto porque a la ciudadanía no le interesa. O sea, que la alternativa aún tiene menos ganas de luchar contra la corrupción que el Gobierno de La Caixa, antes de Cataluña. Y para colmo, el Vendrell del PP (tan fácil de confundir con el Vendrell de la Esquerra) va y dice que los mil millones que La Caixa le ha regalado a Montilla después de ser nombrado ministro de Industria no tienen nada que ver con su respaldo a la OPA sobre Endesa. Menos mal que Piqué lo ha corregido, pero en rigor la única corrección posible del Vendrell pepero es mandarlo con Duran i Lleida, que es su sitio. Ni un voto, ni un descubierto. La Caixa proveerá. O las “donaciones anónimas” de la catolicísima Unió: que tu mano derecha no sepa lo que trinca la izquierda. ¡Sepulcros blanqueados!
Federico Jiménez Losantos
Seguir a @eslamananadeFJL
Corruptonia is not Spain… yet
A este paso, va a tener que refundarse España en algún sitio adonde no llegue ni La Caixa, ni el Tripartito, ni Zapatero. Porque ninguna nación sobrevive a esta corrupción.
En España
0
comentarios
Servicios
- Radarbot
- Libro
- Curso
- Escultura